Joya arquitectónica de Teodoro Anasagasti junto al Alcázar de Jerez
Ubicada en el corazón monumental de Jerez de la Frontera, esta singular residencia se encuentra en la prestigiosa calle Armas, adosada directamente a la muralla del Alcázar. Forma parte de un exclusivo conjunto de tres casas diseñadas por el arquitecto Teodoro Anasagasti, autor también de la rehabilitación del Alcázar, y se distingue como una de las pocas propiedades privadas con tal vínculo directo con uno de los bienes patrimoniales más importantes de la ciudad.
La fachada de la casa, elegante y clásica, destaca por su presencia en esquina, con balcones de forja original y ventanas en arco que armonizan con la arquitectura defensiva que la rodea. El acceso se realiza a través de una majestuosa puerta noble, dando paso a un patio central de mármol, rodeado por una galería con carpintería de madera tallada. La luz natural inunda este núcleo, mientras que una imponente escalera imperial de mármol blanco, flanqueada por azulejos sevillanos de época, conduce con serenidad a las plantas superiores.
En la planta baja se encuentra el garaje, una rareza en esta zona histórica que ofrece una ventaja considerable frente a otras propiedades. También se hallan un despacho o biblioteca con carácter institucional, un salón acogedor, un dormitorio, un baño completo, un aseo de cortesía y un trastero.
La primera planta está dedicada a la vida familiar y social. Dispone de dos amplios salones con balcones que ofrecen vistas a la calle arbolada, una sala de estar más íntima, dos luminosos dormitorios, un baño completo, un aseo independiente y una suite con baño privado. Todos los espacios mantienen materiales originales, techos altos y detalles decorativos que reflejan el gusto refinado con el que fue concebida la casa.
En la planta superior, el ático sorprende con una estancia cubierta por una antigua montera acristalada. Desde allí se accede a la azotea, un espacio transitable que ofrece vistas inigualables del Alcázar, la Catedral y el centro histórico de Jerez. Una escalera de forja en espiral asciende a un pequeño mirador elevado, desde el cual se disfrutan vistas panorámicas de 360 grados, coronando la propiedad con un rincón único y exclusivo.
Esta propiedad no solo es una vivienda, sino un trozo vivo de la historia arquitectónica de Jerez. Ideal tanto para uso privado, como para inversión o uso institucional, combina exclusividad, belleza, ubicación privilegiada y un valor patrimonial sin igual en una propuesta irrepetible.
